LOS DINOSAURIOS


Eran un gran grupo de animales denominados reptiles. Los reptiles actuales incluyen cocodrilos, tortugas, lagartos y serpientes. Los dinosaurios no fueron los primeros reptiles ni los únicos que vivieron durante aquella época. Los primeros reptiles aparecieron en un período anterior denominado Carbonífero, hace unos 350 millones de años. Los reptiles marinos que vivieron durante la era de los dinosaurios no eran propiamente dinosaurios; incluían un amplio número de otros reptiles como el ictiosaurio, el plesiosaurio, diversas tortugas marinas y cocodrilos. Y los que creíamos que eran dinosaurios voladores pertenecían realmente a otro grupo denominado pterosaurios. Determinar qué es lo que distingue a los dinosaurios de otros reptiles es complejo.
Los expertos observan determinados huesos, dientes, zarpas o cuernos. El hueco de la cadera donde ésta se conecta con el fémur (el hueso del muslo) es particularmente importante: los huesos de la cadera de los dinosaurios presentan más de una docena de diferencias si los comparamos con otros reptiles. Por eso, descubrir un hueso de cadera resulta clave para identificar un fósil de hace millones de años. La diferencia en la cadera, o aún más importante, en la forma de la cabeza del fémur (la parte superior de este hueso), refleja otra diferencia crucial. 

Los dinosaurios podían mantener una “posición erguida”: tenían las patas directamente debajo del cuerpo y la articulación de la rodilla podía permanecer estirada. En contraposición, los lagartos y los cocodrilos presentan lo que se denomina “posición tumbada”, con las patas en ángulo con el cuerpo. La parte superior de cada pata se sitúa a los lados y la parte inferior apunta hacia abajo. La posición erguida permitía a los dinosaurios moverse con rapidez y precisión. Es uno de los motivos de su eficacia. Descubrir fósiles Los científicos que estudian a los seres vivos del pasado se denominan paleontólogos. Su ciencia, la paleontología, se centra en el estudio de los fósiles, que son los restos de animales y plantas que han permanecido conservados en las rocas durante miles o millones de años. Para identificar los fósiles adecuadamente y ubicarlos en su contexto, los científicos necesitan conocimientos tanto de geología como de plantas, animales y la forma en la que éstos interactuaban en la naturaleza. Para comprender el pasado, comparan y contrastan sus hallazgos con la actualidad.

 Los dinosaurios centran buena parte de la atención, pero los paleontólogos se ocupan también de muchos otros elementos, a menudo pequeños y delicados. Las plantas, los peces y los insectos son también objeto de estudio ya que permiten realizar una recreación más fiel de los ecosistemas antiguos. En junio de 2006, por ejemplo, un científico del Museo Americano de Historia Natural anunció que había encontrado una telaraña de 110 millones de años en un pequeño trozo de ámbar, en la cual se observaba un insecto atrapado. Los pequeños descubrimientos como éste pueden decirnos tanto del pasado como los huesos gigantes de un argentino saurio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario